Pasión por Crear
- Paola salazar
- 11 oct 2016
- 1 Min. de lectura

Quién no quiere sentir pasión por lo que le gusta, por aquello que ama?
Te gusta diseñar, estudiaste formalmente (o no) diseño, disfrutas plenamente de los momentos en los que desarrollas tu arte (como te gusta llamarlo).
Sin embargo, esa sensación de “pasión por el diseño” nunca fue algo verdaderamente presente en tu sentir.
Piensas que “quizás esa pasión es algo que el resto sí siente, y a mí no me sucede. A mí me gusta mucho lo que hago, pero pasión en el sentido de la emoción que debería recorrer todo mi ser cuando diseño… eso no me sucede.”
Yo encuentro que ese tipo de frases como “pasión por el diseño” (o “pasión por emprender”), intentan ser motivadoras, pero no lo son. Creo que en algún punto pueden convertirse en una limitación, si quien debe sentir esa pasión por lo que hace no la siente y siente otra cosa – culpa por ejemplo – o se obliga a decir que sí lo siente.
¿Qué es lo que sucede?
Deberías sentir pasión por el diseño, pero cada vez que tratas de transmitir esa energía a cualquier proyecto, encuentras una barrera en el cliente.
Deberías sentir pasión por el diseño, pero no sabes qué hacer para canalizar esa energía porque necesitas que alguien encienda la mecha de esa pasión con un pedido.
Y ese pedido no llega, ni sabes cómo hacer para que llegue.
Deberías sentir pasión por el diseño porque así son las cosas. Lo has escuchado y leído tantas veces, que ya ni siquiera piensas si es algo que sabes íntimamente, o que te han implantado.
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